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miércoles, 21 de mayo de 2014

FUCK ME, SUCK ME NEW YORK (II)



Nada más levantarme de la cama fui directa a la nevera a tomarme un zumo de naranja bien fresco, me hubiera encantado que fuera recién exprimido pero la único opción que tenía era ir a una cafetería, y ciertamente no me apetecía salir a la calle con el frío que debería de hacer. El loft estaba totalmente en silencio, llamé a Jeremiah pero no obtuve respuesta alguna, la amplia sala estaba ordenada, sin ápice de que alguien hubiera dormido esa noche. Caminé hacia el amplio ventanal para observar cómo caía la nieve
sobre la ciudad mientras saboreaba el vaso de zumo. Acabado mi escueto desayuno me fui al cuarto de baño y empecé a quitarme lentamente la escasa ropa que llevaba, una cortita camiseta y un culotte, dejando mi cuerpo desnudo frente al espejo. Entré en la ducha y abrí el grifo del agua caliente. Metí mi cabeza debajo del chorro de agua para mojar mi cabello y mi cuerpo. Me encanta el agua caliente por mi piel, cómo me relaja.

Lavé mi negro cabello con un champú que había allí, el cual me encantó su fragancia, aclaré mi cabello y de pronto me pareció oír como la puerta del loft se cerraba. Alcé la voz, para saber quién era. – ¿Jeremiah, eres tú? ¿Estooooy en el baaaaaño?, bueno todo esto lo dije en inglés como ya se supone. Las respuestas a mis preguntas fue el silencio. Pensé que habría sido alguna alucinación mía y seguí con la ducha. Con mis manos llenas de gel, iba lavando y acariciando cada parte de mi cuerpo, mi pecho brillaba ante la constante caída de agua antes de que quedaran llenos de espuma, pasé mis manos por mi abdomen, mi pubis en donde tuve una terrible tentación de masturbarme, mis piernas… y a continuación enjuagarme todo el cuerpo. Mientras disfrutaba unos segundos más del agua caliente antes de salir de la ducha, siendo de repente una presencia detrás de mí.

Antes de que pueda girarme noto como alguien, me toma de la cintura desde la espalda y besa mi cuello. 

Menudo susto me había dado, era Jeremiah que se había metido en la ducha conmigo. Parece ser que dejé la puerta entreabierta, y lentamente la abrió y entró sin hacer ruido, mientras sigilosamente se había quedado observándome mientras me duchaba. Y por lo que parecía no había podido resistirse a tocar mi cuerpo que estaba tras la mampara. 

Quedé entre la pared y él, mi culo quedó pegado a su polla, que notaba como se empinaba y ponía más dura: Mi cuerpo también empezaba a reaccionar, mis pezones se encontraban duros y firmes, no sé si fue por el susto inicial, o por lo que estaba sintiendo. Yo no podía hacer otra cosa que quedarme quieta, disfrutando de sus labios en mi cuello, y de sus manos recorriendo mi cintura, mi abdomen, subiendo hasta mis pechos donde empezó acariciarlos de una manera especial que hizo que mi excitación aumentara más si cabe.

Al cabo de unos segundos más de gozo, me giré hacia él y sonrió al verme.

- Oye, que lanzado eres. -le dije riéndome yo también-

Y de pronto, antes de que él pudiera soltar alguna palabra, me acerqué más a él, pegándole todo mi cuerpo mojado. Rodeó mi cintura mientras le besaba el cuello y mis manos tocaban todo su cuerpo, en particular su apretado culo. Notaba su dura polla contra mi estomago y la agarré, mientras lo besaba, se la acaricie y empecé a masturbarle, así como me pasó un par de días antes, jamás había visto semejante miembro, ¡Tan grande, tan erguido¡, bufff estaba loca por volver a probarlo. El tomo mis pechos sobre sus manos sobándolos con esas grandes manos, sentía su lengua rodear mis pezones y chupándolos, no dejaba que dejaran de estar duros, mordisqueaba mi oreja, mis labios, mis pezones, al mismo tiempo que su mano bajo hacia mi coño, que estaba húmedo de la excitación que tenia.

Me tenía apoyada en la pared de la ducha, estuvimos un rato sobando nuestros cuerpos, resbaladizos por el agua que nos caía de encima.

Su miembro duro como una piedra lo sentía entre mis manos, bajé apoyada en la pared hasta él, y agarrándolo con mis manos y lo acerque a mis labios...mmm... ¡qué placer!, pasé mi lengua por toda la puntita, mientras una de mis manos buscaban sus testículos para sobarlos, inmediatamente me la metí en la boca, donde empecé a chupar y lamer a partes iguales. Escuchaba sus gemidos y notaba como sus manos empujaban mi cabeza para que metiera todo su pene en mi boca y no parara de chupar semejante aparato. 

Creo que jamás se la habían chupado también como se lo estaba haciendo yo.

Me levante, fue él el que se agacho a mi sexo, y poniéndolo la pierna sobre su hombro, empezó acariciar con su lengua mi clítoris, era maravilloso, cada vez estaba mas mojada, mas excitada, lamia como nadie me lo había hecho nunca, chupaba mis jugos como si estuviera sediento de sexo ¡ohh , que placer¡, lo frotaba y a mí me encantaba estaba a punto de correrme, mmmmm era maravilloso, restregar mi coño por su boca, sintiendo su lengua haciéndome feliz. Separó mis piernas y subió, besándome todo el cuerpo hasta llegar a mi boca, en el camino rozó su negra y brillante polla por mi coño, ¡Jodeeer¡ Deseaba ya tanto que me penetrara que se lo pedí, por favor.

- Follame¡¡ Fuck me, please¡¡

Me dio la vuelta embutiéndome entre él y la pared de la ducha, con las manos apoyadas en la pared, levanté una de mis piernas sobre el borde de un saliente. Noté que me pasaba su miembro por mi coño y besándome el cuello me susurraba que lo ponía muy caliente y que deseaba sentir la suavidad y el húmedo calor de mi coño. A la vez que me lo decía iba deslizando su polla entre mis labios vaginales con un movimiento de vaivén, pero sin metérmela, y eso a mí me estaba haciendo perder la cabeza, sobre todo cuando rozaba mi clítoris con su polla. Con la otra mano me cogió un pecho y masajeaba su pezón. Lo deseaba ya dentro de mí.

Y así fue que lo hizo, cuando su polla volvió a llegar a la entrada de mi coño empezó a metérmela suave y lentamente. Creo que solté un pequeño gritito, tal vez por un poco de dolor, tal vez por el placer de sentirlo al fin entrando en mí. Notaba como mi estrechito coño se iba llenando con su polla, mi respiración se iba haciendo más rápida. Ni tan siquiera se me pasó por la cabeza ponerle un preservativo, estaba demasiado cachonda para parar. Sin parar de tocarme el pecho, me metía y sacaba su polla de mí, yo no paraba de gemir y sentía un inmenso placer que se transmitía por todo mi cuerpo, y que me llevó a un sonoro orgasmo " siiii... no te pares ´le dije entre un fuerte gemido".  El continuó follándome algún tiempo más, su ritmo de penetración  me encantaba y hacía que sintiera un gran gozo en cada una de sus embestidas, menudo semental que había encontrado en Nueva York.

Me cogió a pulso, separando mis piernas y me penetró, cuando lo hizo, un escalofrío recorrió todo mi cuerpo cuando aquella cosa dura, y caliente me penetro, lo sentía dentro muy dentro y casi me desvanezco cuando empezó con los movimientos, dentro fuera, dentro fuera,  era puro éxtasis, mis pechos saltaban ante cada acometida y eran devorados por la boca de mi amante. No quería que acabara nunca pero después de unos minutos donde mis gemidos iban subiendo de tono por el placer tan grande que estaba sintiendo, tuve un profundo orgasmo como jamás he tenido. Él seguramente al verme tan extasiada de placer, corriéndome con su polla dentro de mí, ya no podía contenerse sus ganas de correrse también y me dijo que se iba a correr también, pero le dije que no lo hiciera dentro de mí, como no estaba segura de que pudiera contenerse, me bajé de él.

Se notaba que estaba que estaba a punto de correrse, me agache y comencé a lamer todo su glande, tan caliente y duro, se deslizaba por mis labios, aumenté el ritmo lo más rápido que pude acariciando a la vez sus testículos, iba a estallar lo presentía, lo sentía. Y segundos después el orgasmo llegó, sus duros testículos se vaciaron y noté chorros de semen inundando mi boca, era una sensación extraña porque hacía mucho que no dejaba que nadie hiciera eso. Saboreé parte de su pene, hasta que este fue perdiendo la duradera erección, volviéndose paulatinamente flácido y su semen resbalaba por la comisura de mis labios, cayendo y siendo arrastrado por el agua de la ducha.

Terminamos de ducharnos, y mientras lo hacía la sensibilidad de mi clítoris y la debilidad de mis piernas, indicaban a mi mente que probablemente ese había sido el mejor polvo que había tenido hasta ese instante en mi vida.

8 comentarios:

  1. Hay que ver como te divertiste en New York eh Ursula. Espero que si alguna vez nos encontramos me enseñes algo de lo que aprendiste por alli... Que tengas un buen fin de semana y descanses. Besos para ti picarona y para tu "perlita" tal como indicas en la entrada para comertelo para hacerte perder el control ;-)

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    1. Hola Alex, ya has visto, me lo pasé de maravilla, lastima que llegara a su fin esos días, me lo pasé en grande y disfruté como nunca. Aprender no aprendí demasiado, mas bien practicar lo que ya sé, jejejeje. Muchas gracias. Muuuuack

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  2. Genial la experiencia. Muchas gracias por compartirla guapa

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    1. Gracias por leerla, espero compartir muchas más experiencias con vosotros. Muchos besitos

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  3. Joooder Ursu... Quien te catara en una ducha!! Ni que decir como me has puesto para variar....
    Me alegro que fuera tu mejor polvo, a mi también me ha puesto muy caliente leerlo, pero espero que no se el último que me cuentes.
    Hoy me la acabo en la ducha con tu estrechito coñito y tu boquita.... mmm
    -niki-

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    1. Por ahora si ha sido mi mejor polvo, y espero que no haya sido el último, jajajajaja. Espero contaros muchas más de las experiencias que voy teniendo. Besitos

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  4. que rico relato, ya me he masturbado 2 veces con tu escrito... y mis orgasmos son mas ricos contigo que viendo videos :) eres muy excitante... feliz de eyacular con tu blog.

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    1. Hola Nicolas, me alegro que te hayas excitado tanto con mi experiencia neoyorkina, cuando me puse a escribirla, el solo hecho de recordarla también hizo que me calentara, y termine tocándome la rajita.
      Menudo halago lo que me dices, mejor mis experiencias que los videos, bufff
      Eyacula en mi blog todo lo que quieras. Muchos besitos

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