Translate

Prohibida la reproducción de los contenidos del blog salvo por mi expresa autorización

sábado, 1 de marzo de 2014

FIN DE AÑO NEOYORQUINO

Bueno voy a empezar con la breve crónica del antes y después de mis rocambolescas fiestas navideñas, una vez que acabé las clases de la facultad y entregué mis últimos trabajos (allá por el 21 de diciembre del 2013).
Como lo últimos años preparé la maleta para irme a mi casa de Madrid para pasar la Nochebuena y el día de Navidad con mi madre. Mientras he estado en Madrid, he visitado algunas de mis calles favoritas para ver el alumbrado navideño, a la vez que me tomaba algún café con mis amigas y amigos. Pasado esos días y como también es costumbre en mi vida desde hace un tiempo, tenía que pasar el cambio de año con mi “fabuloso” padre, pero esta vez hubo novedades, porque el día de anterior al que tenía que partir hacia su casa, me llamó informándome de algo que no se me hubiera pasado nunca por la cabeza, y era el pasar esos días en la ciudad de los rascacielos, nada más y nada menos que ir a Nueva York a pasar la Nochevieja. Yo mientras intentaba asimilar la noticia, le dije que por supuesto que sí. Era un sueño hecho realidad, desde hace mucho tiempo deseaba conocer esa ciudad. Desde pequeña he querido a viajar a esta ciudad, aunque me daba igual si era en fechas navideñas o no.
Así que velozmente me dispuse a re-preparar mi maleta, que ya la tenía lista y preparada pero ante el cambio de última hora tenía que llevarme otras cosas y buscar mi pasaporte porque no tenía ni idea de donde estaba.

Y así fue como al día siguiente quedé en el aeropuerto de Barajas con mi padre y su novia en el aeropuerto. Llevábamos bastantes semanas sin vernos, una vez que nos saludamos estuvimos hablando sobre algunos asuntos mientras esperábamos el embarque, poniéndonos rumbo a Nueva York un rato después.

Estando en el avión al buscar mi teléfono móvil fue cuando me di cuenta que con las prisas me lo había dejado encima de la cama. ¡¡Horror!! Porque así no podría comentar a nadie como me lo estaba pasando por EEUU.

Parece ser que en esos días íbamos a estar acompañados con el hermano de mi padre y su familia, que ya se encontraban allí desde el día anterior, esto me pareció genial porque mi prima me cae bien. En definitiva, casi una reunión familiar pero en suelo americano, jajajaja.
Después de horas de vuelo, que se me hicieron eternas, llegamos al fin al aeropuerto JFK, era 28 de diciembre por la noche y llegamos tan tarde que sólo tuvimos tiempo para deshacer maleta e irnos a dormir. Aunque yo con todo lo que había dormido en el avión no tenía nada de sueño, estaba con las pilas cargadas y el solo hecho de saber que estaba en Nueva York, hacía que no pudiera estarme quieta. Gran parte de la noche me la pase rondando por el hotel, empapándome de su decoración navideña (¡¡qué grande era el árbol de navidad que tenía¡¡) y observando las vistas que se veía desde mi habitación. Todo un lujo.

Pero para vistas espectaculares las que pudimos disfrutar al día siguiente en el Empire State, aunque menudo frío que hacía, pero mereció la pena.

Para no hacer esta entrada demasiado pesada solo os daré algunas pinceladas de donde fui y algo de lo que hice. Como muchos/as sabéis me encanta el “shopping” así que una de las mañanas la pasé en el Soho con una de mis primas, aunque también estuvimos echando un vistazo en otras tiendas como Tiffany´s, aunque no llegue a comprarme nada ;-) Tanto en las tiendas del Soho como en el resto, los escaparates están super-adornados con motivos navideños. Nada que ver con lo que es Madrid u otros lugares de España. Aquí están recargados a la enésima potencia con esa festividad.

Como ya os dije antes, el hotel donde nos hospedamos tenía un árbol de navidad enorme pero es que el resto de edificios, hoteles, rascacielos, etc. tenía el suyo, parece una competición para mostrar quien siente más la Navidad.

Ese mismo día un vez que anocheció, fuimos todos esta vez a un barrio de Brooklyn llamado Dyker Heights, o algo así, no sé como estaréis de conocimiento de zonas de Nueva York. Aquí es donde están las casas hiperadornadas que aparecen en las odiosas películas navideñas. A mí ver eso fue un infierno, por lo primero porque al llevar todo el día de allí para acá, mis pies me dolían a horrores y las casas estaban recargadas hasta la saciedad de luces navideñas, santa Claus y demás parafernalias.

Otro día estuve en Manhattan, bueno más de un día pero el primero llovía a horrores también el resto pero menos.

Pero entre una y otra visita turística, lo mejor fue el 31 de Diciembre. Nada más saltar de la cama y desayunar, me empeciné en ir a pasar la entrada del 2014 en Times Square, a mi padre no le hizo nada de gracia porque quería que todos cenáramos juntos y luego nos dirigiéramos a un hotel donde se celebraría una gran fiesta. Menos mal que una de mis primas y su hermano también querían ir, entre los tres pudimos convencer a mi padre y mi tío.

Salimos muy pronto hacia Times Square, pero ya desde temprano esa zona estaba abarrotada, no perdimos la esperanza y fuimos avanzando. De repente nos encontramos un cantidad enorme de gente parada, a mi me sorprendió el que hacían allí cuando todavía quedaba mucho por llegar, nos fuimos colando y avanzando posiciones hasta que llegamos a una zona donde mucha gente iba con globos y sombreros de nivea, bufff ¿nivea? con el frio que hacía?, esta barrera ya fue inexpugnable ¿Pero esto qué es?, no sé ni cómo me apañe pero a la vuelta al hotel hasta yo pille un gorro de esos, jajajaja.

Según íbamos avanzando se escuchaba como aumentaba el bullicio, desde las pantallas que estaban en los diferentes edificios se podía ver cantidad de anuncios, y en otras la actuación que estaba produciéndose a metros de donde estábamos. El concierto se celebraba en un pequeño escenario en medio de la calle, comentaban que con algunos artistas famosos, de ahí de que estuviera todo tan abarrotado. fuimos avanzando hasta que no pudimos más porque la policía nos lo impedía porque tenía acotadas ciertas zonas de las calles, como no podíamos retroceder porque era imposible, decidimos girar hacia nuestra derecha y seguir avanzando hasta que nuevamente nos lo impedía la policía, por suerte esta vez estábamos relativamente cerca del escenario. La cantidad de gente que había en ese lugar era enorme, al día siguiente me enteré de que estábamos un millón de personas, ¡menuda pasada¡. Desde donde estábamos se veía todo relativamente bien, vimos algunas actuaciones, aunque no conocía a muchos de los que cantaron, pero la apoteosis fue cuando asomó por el escenario nada más y nada menos que Miley Cyrus, con un abrigo blanco. Si hubierais visto la cara de mi prima, jajaja, ella es muy fan de esa “cantante”, bufff ¿cómo puede gustarle esa tía?

Y llego el momento del 4,3,2,1… Happy New Year 2014, al descender la bola una impresionante explosión de luz, sonido y emoción, abarcó todo ese lugar, la gente gritaba, saltaba, … menudo espectáculo, si podéis alguna vez vivirlo no os lo perdáis.

Después de todo ese éxtasis regresamos, como pudimos, a nuestro hotel para rápidamente cambiarnos de ropa e ir a la fiesta donde estaba nuestra familia. Me llamo mucho la atención de que aquí la gente para ir a ese evento no fuera más arreglada, pero entiendo que este año, no sé otros, hacía muchísimo frio. No tuve más remedio que ponerme un plumas, jersey y camiseta interior, junto a unas buenas botas, hasta llegue a ponerme un gorro, bueno dos con el que luego que colocaron de nívea, jejeje. Nada que ver con el ligero vestido que me puse para ir a la fiesta.

Bastante tiempo después llegamos al hotel donde se celebraba la fiesta, donde mi padre y tío habían reservado mesa privada y estábamos invitados. Si veníamos de un lugar bullicioso nos metimos en otro más, en ese momento la fiesta estaba por todo lo alto. Buscamos a nuestras familias y les felicitamos el nuevo año, sin parar de contarles todo lo que habíamos visto y sentido. Mi prima no paraba de decirle a todo el mundo que había visto a Miley Cyrus dando un concierto en el Times Square, para mí no fue un concierto exactamente, porque yo que sepa solo canto dos canciones.

La noche se me pasó rápidamente en esa fiesta, Alcohol, risas y mucho baile, me lo pasé muy bien, aunque no tan bien como el año pasado como ya sabéis. Pero bueno no  puedo quejarme, porque pasar el año nuevo en Times Square era algo que deseaba desde hace mucho tiempo, y ya lo había hecho realidad.

Hasta aquí el viaje fue fantástico, a partir del día 2 de enero, se fue complicando todo. Primero porque tuve una movida con mi padre cuando íbamos a regresar ese día para España, yo me empeciné en quedarme dos días más, y él me dijo que no. Como soy tan cabezota no di mi brazo a torcer y le dije que si quería irse que se fuera que yo me quedaba esos dos días, y… me salí con la mía. Y ahí estaba yo en  Nueva York mientras mi familia iba rumba a España. Como soy tan impulsiva, no caí en la cuenta de que no tenía lugar donde quedarme, intente quedarme en el mismo hotel pero estaba lleno. Fui a buscarme otro cuando decidí llamar a un amigo que me eché días antes, contándole lo sucedido y que me informara sobre a qué hotel ir. Jeremiah, así se llama mi amigo, me dijo que si no me importaba que me quedara en su loft, porque tenía espacio mas que suficiente. No se si en otra situación hubiera aceptado pero esta vez dije sí. Y me quedé con él esos dos días que al final fueron tres más, porque el día que iba a embarcar a España, no pude- Y aquí la otra parte de la movida, estaba bloqueada en Nueva York, porque según me contaron, por culpa de un temporal de frio ártico se había cerrado el aeropuerto y no había vuelos a casi ningún sitio. Bufff menudo panorama se me presentaba, y para colmo desde España mi padre enfadado conmigo y llevándose la razón.

Por suerte el día 6 de enero regrese a España, aunque este año me he perdido la cabalgata de Reyes Magos de Madrid, que me encanta. Además he tenido que dar mil y una explicaciones a mi madre de lo sucedido allí por no venirme con el resto de la familia de mi padre. Y aún había más, los exámenes ya habían empezado y yo estaba recién aterrizada en mi casa, pero en Madrid. Velozmente tuve que volver a ponerme en marcha, he irme para Asturias, para encerrarme y estudiar como nunca lo he hecho hasta ahora. Al llegar con tanto retraso no he podido examinarme de dos exámenes. Y de los ya hechos veremos los resultados, porque lo que se dice estudiar no he estudiado nada esta Navidad. Hace unos días que acabe mi último examen, este seguro que lo apruebo porque me ha salido muy bien.

Mucho pensareis, ¿y esta chica ha sobrevivido todos estos días sin nada de sexo?, y la respuesta es NO. Más de una masturbada me he dado, tanto en Madrid como en Asturias  (¿Oviedo o Gijón?, eso me lo reservo), como en New York, donde me di una apoteósica, jejeje. Pero también he tenido sexo, sexo neoyorquino, pero sexo del bueno, del que a día de hoy, ha sido el mejor que he tenido. Pero eso os lo iré contando poco a poco, para que lo vayáis disfrutando, en parte como yo cuando lo vaya recordando mientras os lo escribo. ¿Qué pensabais? que no todo en Nueva York iba a ser adornos navideños, sacar cientos de fotografías, shopping, frío, “happy new year” y etc. No, no, no también ha habido mucho más de eso que os imagináis ;-)

No hay comentarios:

Publicar un comentario